Como parte del sistema brasileño de control sanitario de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), el 14 de abril de 2014 se detectó marcaje de priones en un bovino de alrededor de 12 años. El ganado analizado fue enviado a sacrificio de emergencia porque en las inspecciones en el matadero se observó que había un animal caído. El animal fue criado exclusivamente en un sistema extensivo utilizando pastos y sal mineral. Los productos derivados de este bovino no entraron a la cadena alimentaria y no hubo riesgo para la población humana.
Investigaciones complementarias realizadas desde 2000 han permitido identificar algunos animales de la “cohorte” vinculada al movimiento animal, que afecta a otras 10 propiedades en 3 municipios de Mato Grosso. Estos animales fueron examinados, sin encontrar cambios clínicos, y luego fueron sacrificados y destruidos por completo. Se analizaron muestras de tejido nervioso de estos animales para detectar EEB en el Laboratorio Nacional y todas dieron negativo el 1 de mayo de 2014.
El servicio veterinario oficial de Brasil adoptó todos los procedimientos establecidos en el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). Según nota oficial difundida por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA), el laboratorio de referencia de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) informó que los datos observados y el examen (inmunopatología) no presentan ninguna de las características eso apuntaría a un caso clásico de la enfermedad. Por el contrario, refuerzan la coherencia de un caso atípico de EEB.
El Ministerio también destacó que el comunicado del laboratorio corrobora investigaciones epidemiológicas realizadas en campo de que se trata de un caso espontáneo y predecible, que no tiene correlación con la ingesta de alimentos contaminados, y que puede ser detectado en cualquier país del mundo que lo tenga. un sistema de vigilancia robusto y transparente como el de Brasil.
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